Mapas nacionales. Muestran la anomalía de la producción de materia seca durante septiembre, agosto y julio 2018. La anomalía se calculó a partir del IVN (índice verde normalizado, sensor MODIS) como: (IVN actual – IVN promedio) / (desvío estándar IVN promedio). Los promedios se calcularon con los registros desde 2000 y hasta el año anterior al actual (por ejemplo, la anomalía de septiembre 2018 se calculó sobre el promedio de septiembre 2000-18). El rango de colores abarca los percentiles 0-5 (rojo, producción de materia seca relativamente muy baja, ocurre el 5% de los años), 5-30 (amarillo, producción baja, ocurre el 25% de los años), 30-70 (gris, producción promedio o ligeramente superior o inferior, 40% de los años), 70-95 (verde claro, producción alta, 25% de los años) y 95-100 (verde oscuro, producción muy alta, 5% de los años). Así, por ejemplo, en el primer mapa un área en rojo indica que la producción de materia seca de septiembre 2018 fue tan baja como la registrada allí solo el 5% de los años o 1 de cada 20 años. Algunas de las áreas del mapa están cubiertas mayormente por cuerpos de agua. Otras por cultivos agrícolas, por lo que la observación de las anomalías solo tiene sentido si no hubo rotación de cultivos desde el 2000 al presente. Análisis por región. Los gráficos muestran la anomalía de la producción de materia seca de los principales recursos forrajeros por región durante el último semestre. Se utilizó un sistema de seguimiento satelital a escala de pixel (5 ha) o potrero (varios pixeles). Para las regiones Chaco, Pampa y Patagonia se estimó la anomalía directamente a partir de la producción de materia seca, mientras que en la Mesopotamia se estimó a partir de la radiación absorbida por la vegetación. En todas las regiones la anomalía se calculo tal como se indica para los mapas nacionales. En la tabla aquí debajo se indican las hectáreas relevadas en cada caso.